sábado, 8 de enero de 2011

Lección 2: ¿A quien predicaré?

Nadie puede concebir un propósito en la predicación si no tiene fijo en su mente a quién le va a predicar. Las características especiales de su auditorio le sugerirán a usted cuál va a ser el propósito de sus palabras. Esto le ayudará a elegir el material idóneo adaptado a ese objetivo y, a la vez, le sugerirá la mejor forma de presentar el mensaje.


¿Con qué tipos de personas se enfrenta generalmente el predicador?. Hay cuatro tipos de auditorios a los cuales el predicador dirige sus palabras. 1. A los inconversos. 2. A los convertidos, 3. A creyentes e inconversos juntos (auditorio mixto). 4. A grupos especiales dentro de los creyentes.


1. Los inconversos.- Entre los inconversos hay una gran variedad de personas. Diferentes capas sociales y económicas, étnicas y religiosas, de edad y de sexo, están representadas y es a ellos a los que especialmente se les va a predicar. Teniendo en cuenta de que a todos les caracteriza una necesidad común (la salvación), el predicador tendrá en cuenta este factor para dirigir sus palabras a un objeto primordial: Presentar a Jesucristo como el Salvador de ellos, y en tal forma que tanto el almacenero como el ingeniero le entiendan.


2. Convertidos.- Entre los creyentes también hay gran variedad de personas y características que diferencian a los grupos. Pero al igual que los anteriores, tienen algo en común : Ya son salvos. Allí va a encontrar niños, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres, obreros y profesionales, etc..Sin embargo todos ellos se reúnen simultáneamente para escuchar al pastor predicar. El predicador tiene que tener en cuenta que a ellos también les caracteriza una necesidad de carácter espiritual que tiene que ver con la edificación de su vida cristiana.


3. Auditorio mixto.- Casi siempre en los cultos evangelísticos se reúnen convertidos y no convertidos. Ante el predicador se presentan dos tipos de necesidades diferentes. Su objetivo es, por una parte alcanzar a las almas perdidas y por otra edificar a la Iglesia. Un predicador y maestro dijo que en estas circunstancias el predicador tenía que utilizar una escopeta de doble cañón: con uno alcanzar a los inconversos y con el otro ayudar a los creyentes. Esta conciencia le ayudará a preparar el material que logre los dos objetivos.


4. Grupos especiales.- En ocasiones el predicador es invitado a predicar a grupos especiales dentro y fuera de la Iglesia. A los jóvenes, las damas, a estudiantes, a presos, a drogadictos, etc. En todos estos casos el predicador tratará de enseñar y predicar, orientado hacia los asuntos relativos a los intereses de cada uno. Toda esta gama de auditorios activarán la mente del predicador para darle al mensaje el enfoque requerido por cada circunstancia.


Podemos decir que hay un propósito de carácter general sugerido por el tipo de personas a quien va dirigido pero hay un propósito de carácter específico sugerido, ya sea por el conocimiento previo de situaciones y necesidades existentes de dominio del predicador o revelados por el Espíritu de Dios que le indica cual es la necesidad. Pero observe que, son las gentes y sus necesidades, las que influyen para determinar cuál es el propósito al predicarles.


Parte del éxito del mensaje del predicador está, entonces, en tener bien claro a quiénes les va a predicar. Si no tiene en cuenta este objetivo el mensaje será desatinado y no dará en el blanco.


El Espíritu Santo ha sido enviado para tratar específicamente con el hombre . Él es fiel intérprete de la necesidad humana. Es el Espíritu Santo a través del predicador, el que ve la necesidad, motivando al predicador, dándole dirección santa para su mensaje.. En Mateo 9:35 al 38 tenemos un ejemplo en la persona de Jesús. Jesucristo estaba en contacto directo con las masas, estaba identificado con sus necesidades. Podía apreciar de cerca su dolor, sus enfermedades; elementos de juicio que le ponían en capacidad para adaptar su mensaje y enseñanzas al propósito universal que tenía: La redención del mundo. Nunca pasó por alto a las multitudes que le seguían. Ellas fueron el objetivo de su venida al mundo y ellas siempre le proveyeron un motivo para presentar el mensaje del evangelio con dirección y tino.


Esto lo vemos en el Sermón del Monte, en su plática con Nicodemo y la Samaritana, en sus enseñanzas especiales y de instrucción a los discípulos (Mateo 5:7; Juan y 4, etc.). Ellos fueron el motivo de su predicación y sugeriría en su corazón sensible en propósito de su enseñanza.


Los discípulos siguieron el mismo ejemplo. Vemos a Pedro en el día de Pentecostés y en la casa de Cornelio. Vemos a Pablo en el Areópago y también en su despedida de los hermanos de Éfeso. Fueron las gentes los que los motivaron a estos siervos de Dios a llevarles la Palabra impelidos por la necesidad de ellos, impelidos por la instancia del Espíritu Santo y sobre todo por el amor de Dios derramado en sus corazones en abundancia. La predicación del Evangelio solo tiene una razón de ser: EL HOMBRE CON SUS NECESIDADES ESPIRITUALES.


Somos nosotros, como predicadores y siervos de Dios y con la ayuda del Espíritu Santo los llamados a ser sensibles a la necesidad de los que nos oyen para determinar el propósito de nuestro mensaje y suministrarles la Palabra de Vida.






EL DETERMINAR EL PROPÓSITO DE NUESTRO MENSAJE NOS AYUDA A DEFINIR EL OBJETIVO QUE PERSEGUIMOS Y NOS PROPORCIONA UN PUNTO DE PARTIDA PARA NUESTRA PREDICACIÓN.



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Acerca del Ministerio Luz y Verdad

Luz y Verdad es un ministerio transdenominacional de enseñanza bíblica y teológica, dirigido particularmente a las iglesias locales, con el objetivo de edificar a sus miembros y preparar a sus líderes.

El ministerio fue fundado a fines de la década del 90, por el pastor y misionero cubano Luis Enrique Llanes Serantes, su actual director. A lo largo de todos estos años, el pastor Llanes ha llevado las conferencias y seminarios Luz y Verdad a decenas de iglesias, en Argentina, particularmente en la región patagónica.

Además de las conferencias, talleres y seminarios, el ministerio cuenta con un sistema de estudios bíblicos, teológicos y ministeriales, en tres niveles, y el curso Alfa para nuevos convertidos. Los materiales de estudio usados en ellos, han sido escritos por el propio pastor Llanes, y son de distribución gratuita.

Luz y Verdad cuenta con presencia en Internet, a través de una red de blogs, en los que aparecen escritos y recursos de edificación para los creyentes en general, y los líderes cristianos en particular. El trabajo de edición corre a cargo de la hermana Alba Llanes, hija del pastor Llanes, la cual está radicada en California, Estados Unidos, y ha llevado hasta allí el Ministerio Internacional Luz y Verdad. La hermana Alba también aporta al ministerio, con sus escritos, sus conferencias, talleres y seminarios, así como con sus publicaciones personales por Internet.

Además de que el pastor Llanes es ministro ordenado de la Unión de las Asambleas de Dios, de Argentina, el Ministerio Internacional Luz y Verdad está avalado por COPLEM, el Consejo Pastoral de la ciudad de Puerto Madryn, provincia del Chubut, lugar donde tiene su sede actual.

Luz y Verdad mantiene la postura doctrinal propia de las Asambleas de Dios, en lo que atañe a los conceptos doctrinales fundamentales.